Desde que eligieron al Papa Francisco las noticias sobre la Iglesia han cambiado.
Antes, con Benedicto XVI, cuando se hablaba de la Iglesia, se tergiversaban sus palabras, para mal.
Ahora, con Francisco,pasa lo mismo, pero para bien.
Vayamos por partes:
El magisterio de la Iglesia sobre homosexuales, divorciados, aborto y demás, no ha cambiado en absoluto. Se basa en un principio muy simple: Abomina el pecado pero no al pecador. Al pecador lo juzga Dios y nada más que El.
La Iglesia, en contra de lo que la gente cree no tiene nada en contra de los homosexuales (lo de homofobia me niego a soltarlo, porque es un palabro mal hecho. Homo no quiere decir hombre, sino igual, y precisamente los homosexuales no odian a los iguales).
La Iglesia, nos pide a TODOS castidad. Castidad hasta el matrimonio. Los heterosexuales lo tenemos muy fácil: nos casamos y ya está.
Los homosexuales lo tienen más complicado, porque, por supuestísimo, no se aceptan las uniones homosexuales por la Iglesia.
No se expulsa de la Iglesia a los homosexuales. Básicamente porque todos tenemos pecados y si ellos pecan contra el sexto, el resto pecamos también contra los otros nueve mandamientos.
Por tanto, pueden y deben asistir a la Eucaristía
Divorciados: Delante de Dios no hay divorcio que valga. Por tanto, si los divorciados quieren estar en total comunión con la Iglesia, tienen que pedir la nulidad.
Aborto: es un infanticidio. Otra cosa es que compadezca o pueda entender a las mujeres que lo hacen.
Bien: Explicándolo simplemente: Cuando nos vamos a confesar, tenemos que estar convencidos de no volver a pecar. Obviamente, esto en los divorciados y vueltos a casar no puede ser. El mismo caso para los homosexuales que no son castos. Que luego, cada maestrillo tenga su librillo, eso es cosa de cada párroco que pueda o no entender las circunstancias personales de cada persona. Que en eso no me meto.
Respecto al celibato de los sacerdotes. El Papa no ha dicho nada que no se sepa. No es un dogma.
Dogma son las verdades incuestionables, las verdades de fe.
Que sean hombres los sacerdotes o que no se puedan casar no es dogma, y por tanto, se puede cambiar. Que se cambie es otra cosa.
Cierto que este Papa ha traído frescura a la Iglesia. Mi Santa Madre le pasa como a la Virgen de Montserrat, la Moreneta. Tan bonita y tan ennegrecida por las velas.
La Iglesia tiene costras y más costras de siglos, que la hacen parecer más bonita, pero que empañan el original. Esto es lo que está haciendo Francisco, y la mayoría de los católicos estamos de acuerdo.
Aparte, está limpiando basura, implicando a los laicos en las decisiones.
Se dice que la mujer del César no sólo tiene que ser honesta, sino parecerlo. Pues esto es lo que está haciendo Francisco. Empezando por su imagen personal, de sencillez y pobreza evangélica, o sea, pareciendo Iglesia.
Viva el Papa, que Dios le conceda largos años de Pontificado. Amén